Cómo crear una mano biónica capaz de parar una bola de algodón sin estrujarla
La habilidad motriz fina, que se adquiere en los primeros años, es fundamental para la vida. Permite la ejecución de movimientos precisos y coordinados con los pequeños músculos de las manos y los dedos. Esta destreza, que parece inconsciente y es esencial para tareas como asir objetos cotidianos, escribir, abrocharse, recortar o alimentarse, es un desafío para las personas con prótesis en brazos y manos, incluso para las más avanzadas y con tecnologías robóticas. Investigadores de la Universidad de Utah han recurrido a la inteligencia artificial (IA) y a las redes neuronales (procesos que imitan al cerebro) para incorporar sensores y sistemas precisos de presión con los que dar a los pacientes con prótesis las destrezas comunes que permiten manipular objetos.

