La macroexplotación fue tema de debate público la semana pasada a raíz de una entrevista concedida al diario por el ministro de Consumo, Alberto Garzón. El guardián a finales de 2021. Las críticas de la ministra a estas estructuras han desatado una tormenta política que plantea muchos interrogantes. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a comprender mejor esta controversia.
¿Qué son las macro-granjas?
Las macrogranjas son instalaciones agrícolas intensivas que albergan miles de animales en una sola instalación. “Son fincas ganaderas con una gran cantidad de animales cuya comida viene de muy lejos, principalmente de Sudamérica, donde la producción de pienso es muy barata. Los animales de la macrogranja no salen en ningún momento al campo”, explica Pablo Manzano, investigador del Centro Vasco de Cambio Climático. No existe un número exacto de animales que diferencie a una macrogranja, ni existe una catalogación oficial del término. “Entendemos mejor lo que es una macrofinca que una finca extensiva, donde los animales pastan y hay un vínculo entre la producción y la tierra”, agrega Manzano. Este especialista nos asegura que es muy difícil establecer a partir de cuántos animales podemos hablar de este tipo de estructuras o estimar cuántas macrogranjas hay en España. «No es solo la cantidad de animales, son otros factores los que influyen», dijo.
¿Cuál es la diferencia entre agricultura intensiva y extensiva?
En la agricultura intensiva, los animales se alimentan de forrajes y viven en galpones industriales. En el área grande se alimentan de hierba y no viven continuamente en el interior. Una macrogranja es una agricultura intensiva desarrollada al máximo.

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¿Cuáles son los efectos negativos de la macroexplotación en la población?
Los principales son la contaminación del suelo y del agua, además de los malos olores.
La contaminación se produce por la generación de efluentes, es decir, excretas mezcladas con agua. Estos, cargados de nitratos, acaban en balsas que, al vaciarse, diezman las tierras agrícolas y contaminan las aguas de los acuíferos. Este problema es especialmente relevante en Cataluña, una de las comunidades que más cerdo produce: 7 de cada 10 acuíferos de la comunidad están contaminados según los criterios europeos.
“El ecosistema alrededor de las macrogranjas no puede asimilar la inmensa cantidad de orina y otros desechos animales. Las reglas establecen que el agricultor debe distribuir el estiércol para que no contamine el suelo y el agua, sino que perdería toda la rentabilidad del diésel. Con un cerdo, la tierra no sufre. Con 30.000, con estas densidades en un espacio tan pequeño, es imposible”, dice Manzano.
Daniel Ortiz, investigador posdoctoral de la Universidad de Davis, en California, dice que en algunas zonas cercanas a algunos macrogrands “no se puede beber agua del grifo” por los derrames de nitratos. “Además -prosigue-, la macroexplotación tiene otros efectos indirectos, como las zoonosis -enfermedades que se transmiten entre los animales vertebrados y los humanos- o la deforestación en zonas del mundo que producen alimentos para animales». También destaca las emisiones de amoníaco de estas plantas.
Los defensores de la macroexplotación defienden los empleos que genera la industria en áreas deshabitadas, pero un estudio reciente de ambientalistas en acción muestra que no están arreglando a los habitantes. El texto analiza cientos de municipios de menos de 5.000 habitantes alejados de las grandes ciudades donde hay una gran carga intensiva de cerdos -desde 5.000 hasta más de 100.000 animales- y los compara con otros vecinos y población similar, pero sin estas estructuras. En el 74% de las comparaciones, las localidades con estas macrofincas pierden más población o ganan menos habitantes que las que no las tienen. “El olor es insoportable, nunca te acostumbras”, dice un afectado vecino, que explica cómo es la vida cerca de una gran finca.
Estas instalaciones “externalizarán sus costes”, explica Rosa Díez, de la plataforma Stop Ramaderia Industrial. “La carne supuestamente barata es barata porque externaliza la contaminación que genera y los costes sanitarios. Paga poco en mano de obra y necesita un alimento que tiene un costo ambiental para el planeta. Es un modelo que tiene muchas externalidades y sus consecuencias las asumen quienes viven en las zonas rurales”, dice Díez, informa. Miguel Ángel Medina. “Es pura economía de escala. Generan tanto a costos tan bajos que pueden bajar drásticamente los precios, perjudicando enormemente a los productores locales. Lo que vemos en la Unión Europea es que estas pequeñas propiedades están desapareciendo y las macrogranjas están aumentando”, agrega Ortiz.
¿Qué medidas se están tomando contra estos proyectos?
Tanto el gobierno central como varios líderes regionales están tomando medidas para contener la expansión de la macroexplotación. El Ministerio de Agricultura trabaja en un decreto-ley para regular el tamaño de las explotaciones ganaderas: el texto, actualmente en consulta pública, limita la capacidad máxima de las explotaciones a 850 cabezas de ganado mayor para explotaciones ganaderas.
Asimismo, Castilla-La Mancha anunció una moratoria que prohíbe la construcción de nuevas macroexplotaciones y la ampliación de las existentes hasta diciembre de 2024; Aragón presentó un proyecto de ley que limita el tamaño de «toda la agricultura intensiva»; Navarra prohíbe la construcción o ampliación de ganaderías con más de 1.250 unidades de vacuno; y Cataluña tomó medidas para evitar el desarrollo de nuevos proyectos.
¿Y en otros países?
El problema de la macroexplotación también se está analizando en otros países europeos, aunque se toman pocas medidas para contenerlo. Por ejemplo, el acuerdo de coalición en Alemania no incluye explícitamente ninguna política contra estos rebaños, pero habla de «reestructuración ganadera» y apoyo a los agricultores «en el camino hacia la neutralidad climática». El nuevo ministro de Agricultura alemán adelantó que luchará contra los «precios chatarra» de la carne que permiten los macrofactores del país, sin mencionarlos. Y el presidente francés, Emmanuel Macron, defendió la necesidad de una transformación del modelo de producción y consumo. Sí, se están tomando medidas concretas en Holanda, que desde 2019 subvenciona el cierre voluntario de granjas de distintos tamaños cercanas a zonas pobladas para evitar molestias por olores y creó un ministerio para reducir el impacto de las granjas porcinas.
¿Qué dijo la ministra del Consumo?
En una entrevista con el diario británico El guardián Publicado el 26 de diciembre, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, dijo que las macrogranjas “contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan carne de baja calidad de animales maltratados” y calificó la agricultura extensiva como “ecosostenible”. . Son declaraciones similares a las que ha realizado en otras ocasiones y que no han generado mucho hype en los medios. Por ejemplo, en julio de 2021, dijo a LaSexta que “el modelo de macroexplotación implica bajo aprovechamiento, maltrato animal, contaminación de suelos y aguas y está acabando también con nuestra explotación extensiva”.
¿Cómo reaccionaron otros políticos?
Las declaraciones de Garzón no llamaron mucho la atención en los días que siguieron a la publicación de la entrevista. El guardián. Sin embargo, el pasado 3 de enero, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), lo criticó en Twitter al vincular un artículo de un sitio web especializado en información sobre la industria cárnica titulado ‘Garzón afirma en El guardián que España exporta carne de mala calidad procedente de animales maltratados”. El texto no explica que el ministro acusó a las macrogranjas y exigió la ganadería extensiva. Sin embargo, Mañueco le dijo a la ministra que el artículo iba acompañado del siguiente mensaje: “Qué hizo Castilla y León para que el Gobierno de España volviera a atacar a nuestros agricultores. Nos enfrentarán en defensa de los hombres y mujeres del campamento”. La única mención a Garzón en Castilla y León en la entrevista a El guardián Se trata precisamente de reivindicar el territorio como uno de los que producen fincas extensivas “ecológicamente sustentables”.
Qué has hecho # Castilla León que el gobierno español vuelva a atacar a nuestros agricultores. No lo admitiremos. Nos enfrentarán en defensa de los hombres y mujeres del campo. Ahora el Ministro de Consumo debe rectificar o renunciar.https://t.co/R1sNgRMTuy
– Alfonso F. Mañueco (@alferma1) 3 de enero de 2022
El mensaje de Mañueco, en medio del clima preelectoral de las elecciones celebradas en Castilla y León el pasado 13 de febrero, fue el primero de un aluvión de críticas por parte de otras figuras políticas, como el líder del PP, Pablo Casado. Vox y Ciudadanos también acusaron a la ministra. Ante la escalada de ataques en su contra, Garzón compartió la transcripción de la entrevista del 4 de enero como un recordatorio de que sus críticas se centraron en la macroexplotación.
Aprovecho para publicar el texto completo de lo que dije en la entrevista, porque por cuestiones de espacio el periodista tuvo que excluir algunos elementos que hoy, en el fervor del engaño y la mentira que promueven algunos actores, salen a la ligera. . pic.twitter.com/ljR2x3n5Bu
-Alberto Garzón🔻 (@agarzon) 4 de enero de 2022
Luego vino la oposición del PSOE, socio mayoritario de las Unidades de Podemos en el Gobierno central, y de varios líderes autonómicos y municipales. Uno de los más potentes lo desvelaba el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page: “No se puede causar un daño gratuito a un sector tan importante, sobre todo sin fundamento. Estamos acostumbrados a que los errores en la vida y en la política son proporcionales a la carga de trabajo… Aquí las cosas se invierten y cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con la cola”. Otros presidentes autonómicos, como el aragonés Javier Lambán, y miembros del Ejecutivo, como el ministro de Agricultura y Defensa, acusaron a Garzón de esta polémica. Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista con la Cadena SER, se limitaba a las siguientes palabras: . . »
Unidos Podemos ha lamentado la falta de apoyo de otros miembros del Ejecutivo al ministro de Consumo y que tenga buena acogida la noticia de que sus palabras iban dirigidas a todo el sector ganadero: «La difusión masiva del engaño y su normalización es un hecho que, en Estados Unidos, ya vimos cómo terminó. Están llegando varias iniciativas al Congreso basadas en el engaño de Garzón y las macrogranjas. Estamos protegiendo la democracia y trataremos de detenerla”. Así lo afirmó este martes la portavoz parlamentaria de las Unidades de Podemos, Pablo Echenique.