Guerra al plástico, dos impuestos y agua gratis en los bares: ¿por qué España necesita una nueva ley de residuos?
El Congreso se enfrenta a la adopción de una nueva ley de residuos el jueves, que debería ayudar a España a enderezar la dirección de su gestión de residuos. Porque el país tiene un problema con sus residuos y se destaca en la Comisión Europea el mal tratamiento de residuos que se lleva a cabo en España desde hace años en España. La UE estableció objetivos de reciclaje para 2020 hace más de diez años: se espera que todos los miembros lleguen ese año con una tasa de reciclaje de residuos municipales del 50%. Pero España se mantuvo en el 36% el año pasado, según datos de Eurostat. Lejos de relajar sus objetivos para los próximos años, Europa se ha fijado objetivos aún más estrictos que deberían alcanzar el 60% para 2030 y el 65% para 2035.
Para intentar conseguir estos objetivos y trasponer las nuevas directivas europeas sobre residuos a la legislación española, se redactó esta ley, que incluye dos nuevos impuestos: uno para reducir los envases de plástico desechables y otro para penalizar el almacenamiento de residuos. en vertederos de todo el país, que comenzarán a desplegarse en principio dentro de un año. Además, la ley también implicará que, a partir de su entrada en vigor, se prohibirá la venta de determinados utensilios plásticos desechables, como pajitas, vasos y platos, y la prohibición de añadir microplásticos a los cosméticos o productos cosméticos. La ley también exige que los bares proporcionen a los clientes agua embotellada gratuita, fomenten la venta al por mayor en grandes áreas comerciales y brinden protección legal a los municipios para que puedan prohibir fumar en las playas.
Si la ley pasa la votación en el Congreso, pasará al Senado para su ratificación, lo que sucederá a principios de 2022. España ya está atrasada en algunas medidas, como el veto a las pajitas y cubiertos de plástico, que debería haber comenzado a aplicar. en julio de este año. Pero el problema más preocupante es la baja tasa de reciclaje, que la Comisión ha estado supervisando durante años. Bruselas ha elaborado varios informes y muchas de sus recomendaciones (hasta ahora ignoradas) están contenidas en esta nueva ley, que reemplaza un reglamento de 2011.
Impuestos
En un informe de 2018, la Comisión Europea recomendó que España estableciera un «sistema fiscal armonizado» que aborde el vertido e incineración de residuos y que sea operativo en todas las Comunidades Autónomas. Actualmente, alrededor del 50% de los residuos urbanos del país va a los vertederos sin posibilidad de ingresar al sistema de reciclaje o reutilización. Solo una decena de comunidades tienen impuestos que penalizan estas prácticas y la basura pasa de una autonomía a otra, evitando impuestos. La nueva ley de residuos crea un nuevo impuesto estatal que exige que los residuos se depositen en vertederos; en el caso de los residuos urbanos, 40 euros por tonelada. El gobierno estima que este impuesto puede recaudar 654,2 millones de euros al año.
El otro impuesto que resultará de esta ley será el que fijará los envases de plástico desechables con 0,45 euros el kilo, que, según el Gobierno, permitirá recaudar 723,9 millones al año. Este impuesto también es una obligación según la directiva europea contra la contaminación por plásticos.
Juan López de Uralde, diputado por Somos y presidente de la comisión parlamentaria que redactó la ley, recordó que la ley debe servir para «implementar directivas europeas». Además, en materia de fiscalidad verde, España se encuentra en la cola de Europa y, lejos de revertir esa situación, está empeorando. En 2020, solo el 4,74% del monto recaudado con impuestos provino de green fees. Este es el nivel más bajo en 25 años, según datos de Eurostat. Desde 1995, este porcentaje ha ido disminuyendo, a pesar de que varios organismos internacionales han pedido a España que dé más peso a la fiscalidad medioambiental en su sistema.
Estos dos impuestos fueron los que dificultaron la elaboración del reglamento. Por un lado, ERC, socio del gobierno en impulsar la mayoría de las leyes en esta legislatura, planea votar en contra este jueves. Xavier Eritja, diputado de ERC, explica que el rechazo de su partido se debe a que Cataluña lleva 17 años practicando un impuesto antidumping y su partido no quiere perder el poder sobre este impuesto. “No queremos perder la capacidad de controlar la cuota”, explica Eritja. El gobierno y ERC han estado negociando una salida infructuosa durante días. Y la intención del partido catalán es votar en contra de la ley si continúa como antes, como sucedió la semana pasada en la comisión parlamentaria que aprobó el texto definitivo. Solo ERC y Vox votaron en contra. Y, al no apoyar la norma para la formación de la independencia, la ley logró avanzar gracias a la abstención del PP.
El popular, que ayer mantuvo su intención de abstenerse nuevamente este jueves en la votación en el pleno, según fuentes de esta formación, logró en el último momento introducir una moratoria sobre la aplicación de los dos nuevos impuestos. No entrarán en vigor hasta 2023.
Clasificación de residuos
Ese informe de la Comisión de 2018 también pedía a España que introdujera la recogida selectiva obligatoria de biorresiduos, la lata marrón que algunas regiones ya están empezando a imponer. La nueva ley de residuos determina que a partir de julio del próximo año todos los municipios de más de 5.000 habitantes deberán contar con sistemas de recogida selectiva de residuos orgánicos, además de papel, metal, plástico y vidrio -los más pequeños tendrán espacio hasta 2024-. Además, todos los municipios deben prever la recogida selectiva de residuos textiles y aceites de cocina antes del 31 de diciembre de 2024.
Bruselas también recomendó en 2018 establecer objetivos vinculantes para la recogida selectiva para los gobiernos locales. Para 2035, “el porcentaje de residuos municipales recogidos por separado será de al menos el 50% en peso del total de residuos municipales producidos”, afirma ahora la nueva ley de residuos.
Además de la recogida selectiva y los impuestos, la nueva ley incluye estas otras medidas encaminadas a reducir los residuos producidos y su impacto ambiental:
- Prohibo 10 productos de plástico desechables. A partir de la entrada en vigor de la ley, dejarán de venderse utensilios como bastoncillos de algodón que contengan plástico, cubiertos, platos, pajitas o envases de espuma de poliestireno, incluidas sus tapas y tapones.
- Venta al por mayor. A finales de 2023, los supermercados de más de 400 metros deberán dedicar al menos el 20% de su superficie a la venta de productos sin envasar. Además, todos “los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y bebidas, además de alimentos cocidos, deben aceptar el uso de envases reutilizables”.
- Eliminación de amianto. La ley estipula que «dentro de un año de la entrada en vigor de la ley, los municipios deben compilar un censo de fábricas y sitios de amianto, incluido un cronograma para su remoción».
- Destrucción de excedentes. La ley prohíbe la destrucción de “sobras no vendidas de productos no perecederos como telas, juguetes o electrodomésticos”. Agregó: «Estos excedentes se utilizarán principalmente para la reutilización de canales, incluida su donación, y cuando esto no sea posible, prepararlos para su reutilización».
- Agua no embotellada. Las administraciones deben promover el consumo de agua sin embotellar en sus fábricas mediante la instalación de fuentes públicas. Asimismo, en “las estructuras del sector de la hostelería y la restauración, se debe ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios la posibilidad de consumir agua no embotellada de forma gratuita y adicional a la oferta propia. Estructura».
- Tabaco en las playas. La nueva ley también brinda apoyo legal a los municipios que deseen prohibir fumar en las playas: “Los ayuntamientos pueden regular las restricciones al fumar y el lanzamiento deliberado de globos en las playas, lo que puede ser sancionado por ordenanzas municipales de acuerdo con el régimen de infracciones y las sanciones de este ley. «.
- sanciones La nueva ley actualiza el régimen de sanciones. Las infracciones muy graves se sancionarán con multas de entre 100.001 y 3.500.000 euros (en la ley anterior la sanción era de entre 45.001 y 1.750.000 euros). Lo mismo ocurre con las infracciones graves, que pueden sancionarse hasta 100.000 (antes de 45.000). Y con las ligeras, que pueden llegar a las 2.000 (antes de las 900). Además, por primera vez vertedero y vertedero (conocido por el término inglés desperdicio) en especie, que se considerará delito. Lo mismo ocurrirá con la quema de residuos agrícolas y forestales si no hay autorización.
Sistemas de depósito y devolución
Siempre que se aborda el tema de la gestión de residuos en España, existe un acalorado debate sobre la posible implantación de sistemas de vertido, devolución y devolución de envases. Mientras Ecoembes, organismo que representa los intereses de productores y supermercados, sostiene que el modelo actual de recogida de envases plásticos -basado en envases amarillos- funciona, la mayoría de los grupos ecologistas y diversos partidos políticos denuncian los fracasos de Qual. Por ello, abogan por la implementación de sistemas de depósito, devolución y devolución de paquetes; es decir, los clientes depositan el paquete en la tienda y se les devuelve un pequeño depósito cuando lo hacen.
La nueva ley abre la puerta a la implementación de este sistema para botellas de plástico. Pero condiciona el incumplimiento de los objetivos de reciclaje. En 2023 debería haber alcanzado el 70% de participación en botellas recicladas y en 2027 la meta será del 85%. En caso de incumplimiento de estos dos objetivos, la ley establece que “en el plazo de dos años se implantará en todo el territorio un sistema de depósito, devolución y devolución de estos contenedores”.
Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción y defensor del sistema de depósitos, acoge por primera vez la inclusión de este modelo en la legislación nacional. Pero critica que se limite solo a las botellas de plástico y no incluya otras como las de metal o vidrio.